Estableciendo objetivos claros
Para comenzar un programa de ETE en su iglesia, es necesario trabajar en establecer objetivos precisos, resolviendo cuestiones como:
a) ¿Qué formación necesita nuestra iglesia?
b) ¿Cómo un programa de ETE satisface esas necesidades?
c) ¿Quiénes deben ser nuestros estudiantes?, ¿A qué grupo de personas estamos principalmente interesados en llegar?, (Por ejemplo: ¿Nuevos cristianos?, ¿Aquellos que ya tienen experiencia en liderazgo pero poco entrenamiento formal?, ¿Los jóvenes prometedores de la iglesia?)
d) ¿Cómo utilizarán las personas capacitadas sus nuevas habilidades dentro de la iglesia local o denominación?
e) ¿Qué es lo que de todas maneras queremos que aprendan (teniendo en cuenta que los materiales SEAN tienen como objetivo no solo impartir conocimientos mentales, sino también cambiar actitudes y capacitar en nuevas habilidades para el ministerio)?
f) ¿Estos cambios serán medibles / observables de alguna manera?, y suponiendo que lo sean, ¿cómo serán evaluados para monitorear el éxito o no del programa de capacitación?
g) En base a las respuestas anteriores, ¿qué cursos debemos utilizar?
h) ¿Cuál es la mejor forma de utilizar estos cursos en nuestras circunstancias?
i) ¿Quién debería participar en este proceso de planificación?
j) ¿Cómo elegiremos a los líderes para ejecutar el programa?
k) ¿Cuál debe ser la relación entre el programa de ETE y la Iglesia?
l) ¿Qué impacto debería tener el programa en la Iglesia, suponiendo que vaya bien?
Después de reflexionar sobre estas preguntas y asegurarse de tener respuestas claras para cada una, termine este paso resumiendo sus pensamientos y escribiendo una breve «declaración de propósito» para su programa de ETE.